viernes, 16 de septiembre de 2011

Y... bueno ya es hora de venderme

Ya llevo tiempo pensando en la poca publicidad que doy al trabajo que realizo. Y analizando el trabajo de otras personas mucho más famosas que yo y cuya trayectoria es sobradamente conocida, hoy me encuentro con muy poca autoestima, así es que necesito recordarme algunas cosas, que me hacen pensar en lo banal de esas reputaciones que en muchos casos se deben más al éxito comercial de los proyectos en los que se han implicado que al mérito técnico, al buen análisis y diseño, o a la elección de la tecnología más adecuada.

Desde que comencé con la programacion en el sector privado allá por el año 2002 o desde que cree una red social para mi proyecto fin de carrera en PHP allá por el año 2003, y tras el éxito comercial de este tipo de portales al cual no supe dar salida en su momento, la enumeración de trabajos que he realizado en "background" sin importarme que se supiera que mi mano está ahí ha sido innumerable.

Soy inquieto y quiero aprender más siempre. Por eso estoy seguro de que siempre tendré actitud y potencial para cumplir con cualquiera de los objetivos que se me plantean. Y lo he demostrado.

He desarrollado mis habilidades haciendo uso de varios conocidos frameworks, como struts e hibernate en Java y con el desarrollo frameworks propios que siempre me han resultado más útiles, escalables y sencillos, quedando demostrado en los desarrollos que hoy en día andan... por ahí...
y que por otro lado me abren las puertas para que tras un largo periodo, tenga acceso a dirigir proyectos y por ejemplo, analizar y codificar un gestor de trámites administrativos que incluye el diseño de cualquier procedimiento con la administración y su adecuación a la legalidad sobre la e-administración. Un proyecto sin precedentes que la Junta de Andalucía seleccionó para incluir en su repositorio de aplicaciones disponibles para su uso como software libre para cualquier administración en esta tierra.

El trabajo que he realizado pasa por el análisis y desarrollo para empresas en distintos sectores que también incluyen sectores como la aeronáutica, la formación y el e-learning, pero también he dirigido procesos de certificación de calidad y realizado labores de consultoría.

Entre muchos otros trabajos se me ocurre también destacar el proyecto "Dentro Video" para Joomla, con la investigación y desarrollo de su sistema de almacenamiento y taggeo, el análisis y desarrollo de un sistema de grabación televisiva y de analizar, diseñar y codificar la primera escuela de poker en Internet que reproduce, almacena y auto-corrige las manos subidas de cientos de miles de jugadores en internet, con un proceso de minería de datos que en su conjunto, conforma una de las herramientas de formación y análisis del poker mas novedosas en el mundo.

Y todo bajo la potencia y escalabilidad del framework que desarrollé hace ya algunos años con el que además me he lanzado al universo del "reality mining" con City Analytics, un sistema que en tiempo real ofrece información sobre el movimiento de las personas en las ciudades, integrándome con todo tipo de clientes en PHP, Ruby o Python y además estando a cargo de los sistemas que soportan tal cantidad de datos.

Y tras tanto desarrollo y después de haber visto como "programadores" (según ellos) de toda índole mienten descaradamente a costa de otros incautos como yo, me encuentro que no es suficiente porque nunca dije "Esto es mío", por que nunca dije "Esto lo hice yo".

Pero ya va llegando el momento. Y sobre todo después de estudiar en la universidad, donde ahora me encuentro que no sirvió de nada, puesto que el gobierno reconocerá un título a todos aquellos que se aprovecharon de mi trabajo, y que puedan acreditar que llevan 10 años en este trabajo. Así, por el intrusismo laboral y por listos, ahora, perfectos inútiles podrán conseguir un título. Debí ponerme a trabajar sin estudiar, puesto que ahora, tendría más dinero y el título que tanto trabajo me costó conseguir. Desde luego esta es la mejor forma de fomentar la ignorancia y la "cutrez", en lugar de potenciar la calidad, que es lo único que le queda al mundo occidental.